sábado, 19 de mayo de 2012

Sí voy a ser Docente


REPUBLICA BOLIVARIANADE VENEZUELA
MINISTERIO DEL PODER POPULAR PARA LA EDUCACION SUPERIOR
INSTITUTO UNIVERSITARIO “JESUS OBRERO”
CENTRO DE PROFESIONALIZACION FE Y ALEGRÍA.






SI VOY A SER DOCENTE…




Participante:
Hugo E. García B.



Caracas, 13 de Enero de 2012
            Cuando me pidieron que escribiera sobre el porque decidí enrumbar mi vida hacia la docencia me encontré en una especie de encrucijada, o mejor dicho estuve bastante tiempo cavilando sobre ese ¡por qué!  Debo aclarar entonces que en un principio, cuando estaba en la etapa adolescente en la que debía tomar una carrera en que tuviera un futuro no fue precisamente la educación la que llamó más mi atención.  Sin embargo a lo largo de los años tuve muchas dificultades para decidirme por algo, pues aunque siempre me he caracterizado por ser atento y tener una gran retentiva, lo que me ha ayudado en gran parte a ver muchas cosas de la vida desde ópticas distintas, lo cierto es que he sido muy inconstante, y a menudo abandonaba una carrera por otra.

            Nunca me había exigido a mí mismo culminar una profesión, y no sé si fue causalidad o coincidencia que en el año 2004 empezara a trabajar en una escuela; fue mi primera experiencia como docente, comencé como especialista de música, que ha sido una de las tantas carreras que he estudiado, y desde entonces ya van 8 años que me dedico a la enseñanza. Y me llama mucho la atención que a medida que van pasando los años, me comprometo más y más con mi trabajo, lo que para mí solamente significa una cosa, me he enamorado de lo que hago.  ¿Y porque llego a esa conclusión? Cuando ingresé a la primera escuela me había dicho que sería por un tiempo, ya que esa no era la profesión que esperaba me iba a dedicar.

            Para los primeros años (2 o 3 aproximadamente) tenía problemas de adaptación, era muy mal humorado, impaciente, inconstante, había ingresado al Pedagógico de Caracas y perdí el primer semestre completo por no ir a clase, y algo que creo era una gran debilidad es que me dejaba llevar por lo que comentaran los


que eran mis compañeros de entonces.  Decidí renunciar, no era lo mío, eso estaba claro para mí, o así creía yo entonces, nuevamente mi apatía y falta de interés se ponían de primero en mis decisiones.  Pero quiso entonces el destino si se quiere que no fuera así, al poco tiempo de haberme retirado de mi primera escuela, ya estaba buscando que me asignaran a otra.  ¿Por qué ese cambio repentino?  ¿Que hizo que cambiara de opinión? La respuesta es muy simple, ahora no podía encontrarme fuera de una escuela.

            Empecé a comprender que tenía una oportunidad única en la vida, tenía ante mí la posibilidad de dar a conocer quién era, lo que sabía y lo que esperaba hacer, tenía como enseñarle a los niños y jóvenes que existe un mundo distinto, que hay alternativas;  por esa razón volví a las aulas, ahora con el ímpetu y entusiasmo propio de quien encuentra su sendero y la luz en el camino, superaba entonces una debilidad, la inconstancia, estaba donde quería estar, me quedaba ahora encontrar mis fortalezas, lo que me ayudaría a llevar adelante el nuevo reto que me había puesto en frente, pues sabía que no iba ser fácil el camino a andar.

            Estando ya en la nueva escuela sucedió un altercado de grave importancia con un representante, el mismo es según los comentarios un peligroso azote del sector, su representada estaba en una fuerte riña con una compañera del salón, como las maestras no podían controlarlas me pidieron el favor que las separase con voz fuerte las separé y las envié a cada una a su casa, para sorpresa mía una de las involucradas buscó directamente a su papá y le dijo que la había gritado sin razón, y sin mediar palabras el individuo se me plantó en frente y me asestó una gran bofetada a la vez que me decía que la próxima vez que gritara a su hija me mataba, esto literal, los compañeros que vieron lo sucedido me auxiliaron en seguida, yo no reaccione violentamente pues consideraba que empeoraría la situación, y me retiré del colegio.  Durante toda la tarde de ese día recibí una sin fin de mensajes de las maestras y obreras de la escuela, quienes en vez de darme una palabra de aliento me decían que no debía volver, que mi vida corría peligro, etc.

            Por primera vez tomo una decisión que iba en contra de cualquier expectativa, asumí el riesgo de enfrentar la amenaza, volví al día siguiente a la escuela y entré como si nada hubiese pasado, pues quería demostrarle a los alumnos y los que trabajaban conmigo que si huía o me dejaba intimidar sería el entorno el que ganara, y mi trabajo es decirle a los niños y niñas que hay luz más allá del horizonte.  Pero lo peor vino realmente después, ya que lo grave no fue siquiera el altercado con el representante, lo peor fue que después los mismos alumnos pretendieron amenazarme con buscar al sujeto si yo les decía o hacía algo.  Para mí la verdadera amenaza y el reto fue superar esa visión de los muchachos, algunos quisieron hacer burla, otros realmente quisieron intimidarme, tuve que armarme de paciencia, y controlar mi humor para hacer ver que realmente no era susceptible a ellos, y que por más que quisieran no me intimidarían y que no sería a través de su voluntad que se iban a dar las cosas.

            No ha sido fácil, he aprendido mucho, aprovechar lo bueno y desechar lo malo, creo y considero que soy docente no por un capricho, porque durante mi época escolar, aunque tuve buenas maestras y maestros, no creo que alguno hubiese tenido que ver con mi decisión de dedicarme a la docencia, no por una razón egoísta, simplemente porque pensaba distinto, no entendía o no veía la oportunidad que se me presentaba, pues irónicamente, y aunque después de todo lo que he contado aquí pueda parecer absurdo siempre he trabajado como profesor, cuando estudiaba ingeniería de sistemas daba clases de física, matemática y química, cuando estudiaba música daba clases de cello, teoría y solfeo, por lo que puedo concluir por el momento que en el fondo nunca he estado lejos de enseñar, sólo que me demoré en llegar al camino correcto, y que ahora que estoy donde debo estar, daré lo mejor de mí para lograr ser un mejor docente.
            

2 comentarios:

  1. Este comentario ha sido eliminado por el autor.

    ResponderEliminar
  2. Muy bien, revisa de nuevo la redacción de algunos párrafos... se te pasaron algunos acentos y algunas comas por allí:-)FELICIDADES YA FALTA MENOS...Juanita

    ResponderEliminar